Estatal

Deja AMLO en ‘visto’ a Zulema Adams y Arturo González

Por Gerardo Fragoso M. | domingo, 29 de noviembre de 2020

EMX-Deja AMLO en ‘visto’ a Zulema Adams y Arturo González

Dos mensajes muy claros dejo el presidente Andrés Manuel a los ediles de Tecate y Tijuana.


MEXICALI.- Si la política tiene mucho de comunicación no verbal, entonces el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, emitió, durante su gira de tres días a Baja California, claras señales de quienes gozan de su beneplácito y, por ello, tienen allanado el camino de sus aspiraciones hacia 2021.

El viernes, a mediodía, en la capital del estado, López Obrador no ocultó su simpatía hacia la presidenta municipal, Marina del Pilar Ávila Olmeda, expresando, durante su discurso en tierras mexicalenses, que “nos da mucho gusto que sea la presidenta municipal de Mexicali”. Así, en plural.

Cuando terminó el evento que ahí encabezó el presidente, de inmediato la buscó con la mirada y le dijo “hasta luego, Marina”, mientras Ávila respondía “me da gusto verlo”.

Jaime Bonilla, Andrés Manuel López Obrador y Marina del Pilar.

Pero el alfa del viernes fue muy distinto al omega. En Tecate, no hubo mención a la presidenta municipal, Olga Zulema Adams Pereyra. La tensión se fue al máximo cuando el acto concluyó. Mientras el presidente se acercaba a su secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, para decirle algo, Adams se atravesó entre ambos sin pedir permiso, para entregarle una carta a López Obrador, quien, en clara señal de rechazo, ni siquiera extendió la mano al recibir el sobre, sino que se mantuvo con los brazos cruzados. Todo pasó en segundos. Luego de entregar la misiva, Adams bajó la vista a su teléfono celular e ignoró lo que pasaba alrededor. El momento, sin duda, más incómodo de la gira.

Al día siguiente, en San Quintín, igual que pasó en la capital bajacaliforniana, López Obrador buscó con la mirada, en cuanto terminó el acto, al presidente municipal ensenadense, Armando Ayala Robles, invitando a que se acercara.

Y el domingo, efusivo, no dudo en mostrar su gratitud y aprecio a Hilda Aracely Brown Figueredo, la presidenta municipal de Playas de Rosarito, de quien dijo “es fundadora de nuestro movimiento. Ella comenzó, con su papá, con su familia, junto con otros, aquí en Rosarito, el movimiento para lograr esta transformación que se está llevando a cabo en todo el país”.

También, al final del discurso donde anunció la solución al añejo conflicto por la caseta de cobro en la carretera federal Tijuana-Rosarito, volvió a mencionarla, al expresar: “Voy a tomar en cuenta lo que me está solicitando la presidenta municipal. Y van a seguir llegando los apoyos a Rosarito”.

La gira terminó en Tijuana y también las señales. Y se repitió la escena tecatense: en cuanto sonó la última nota del himno nacional, el presidente municipal, Luis Arturo González Cruz, se le acercó a López Obrador, atravesándose entre él y Román Meyer Falcón, el titular de la Sedatu. El edil tijuanense no llevaba un sobre, como su homóloga Zulema, sino una carpeta, que entregó al inquilino de Palacio Nacional. No hubo más.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras y más si es buena. Por ello, los cinco ediles fueron por la ansiada foto con el presidente. Marina del Pilar consiguió no solamente dos buenas gráficas con López Obrador, sino que en las mismas también aparece el gobernador, Jaime Bonilla Valdez.

Zulema también tuvo la suya, pero es diametralmente opuesta a la de Ávila. Mientras el presidente luce risueño y desenfadado con Marina, en la imagen con Adams luce tenso. En términos de comunicación, la gráfica resulta elocuente: aunque están juntos y de pie, López Obrador ‘esconde’ su mano izquierda, la más próxima a Zulema, evitando el contacto, mientras su cara refleja una mueca nerviosa.

La foto con Ayala muestra al presidente y el edil ensenadense de pie, sonrientes ambos. Un detalle muy importante: fue la única foto con los alcaldes que es posada. Es decir, no fue la obra de un fotógrafo 'cazando' el momento de su jefe con el presidente, sino una imagen que López Obrador se detuvo a que le tomaran.

Andrés Manuel López Obrador y Armando Ayala

Brown, por su parte, no subió, a sus redes sociales, imagen alguna con el presidente. Igual, el discurso bastó y sobró.

Al que peor le fue es a González. Sus fotógrafos buscaron afanosamente la imagen del edil y el presidente, juntos. Alguna señal. Algún espaldarazo. Nada. En su desesperación por obtener la ansiada fotografía, lo único que pudieron obtener, González y los de la lente, fue una instantánea donde González aparece, de espaldas, hablando con el presidente, que se ve apurado y desinteresado. Una foto impersonal, que sintetiza lo que hay y lo que viene. Un aviso para navegantes.