Editorial

Ninguna sorpresa habrá sido para el Partido Acción Nacional que nuevamente uno de sus integrantes estuviera envuelto en un caso de corrupción, sin embargo, un poco de incomodidad habrán sentido, pues su nuevo Dirigente, al que tachaban de puro y recto, ahora es acusado de no solo corrupción, sino de desvíos de recursos.

Así como lo leen, la Auditoría Superior del Estado detectó actos de corrupción y desvíos millonarios en la Secretaría de Desarrollo Social Municipal de Tijuana, encabezada por Mario Osuna Jiménez en XXII Ayuntamiento de Tijuana.

El hoy dirigente del PAN, entregó un cheque por más de un millón de pesos a un amigo, lo alarmante es que ese recurso estaban destinado a ayudar asociaciones civiles dedicadas a la protección de grupos vulnerables.

La Auditoría también reveló que la Secretaría de Desarrollo Social gastó 6 millones 500 mil pesos para cuatro asociaciones civiles, sin existir comprobantes fiscales que demostraran lo reportado, todo esto mientras el ahora dirigente la encabezaba.

Parece que a este funcionario ya se le cayó el teatrito y espero que el blanquiazul no se haga de la ‘vista gorda’ con esto y tomé cartas en el asunto. Mario Osuna es también un vividor de la política y no le basta con servirse a sí mismo, sino que hasta a amigos cercanos beneficiaba con los apoyos que deberían de ser para aquellos que más lo necesitan.